El aumento de la participación del Gobierno de Holanda en la aerolínea Air France-KLM no ha sentado nada bien al Ejecutivo francés, empezando por su presidente, Emmanuel Macron, quien ha reclamado una explicación por esta maniobra, efectuada a espaldas de París.
Según ha informado El País, el presidente galo manifestó al respecto: “El Gobierno (francés) no ha sido informado de esta decisión y de su aplicación. Tomo nota. Le corresponde ahora al Gobierno holandés aclarar sus intenciones en este caso”. Anteriormente, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, tildó la acción de Holanda de “incomprensible” e “inesperada” y anunció que se reuniría hoy con su homólogo holandés, Wopke Hoekstra, para recibir las explicaciones pertinentes.
Lo cierto, es que el anuncio del aumento de la participación del Ejecutivo holandés en la aerolínea provocó el desplome de la misma, del 10%, en la bolsa de París, el miércoles 27 de febrero. Incluso, la capitalización de la compañía se redujo en 500 millones de euros, alejándose así de su valor en Bolsa de 4.900 millones con el que había cerrado el martes.
El fin
El objetivo final de los Países Bajos es hacerse con el 14,29% del capital de la aerolínea, para igualar su peso accionarial con el del Gobierno francés. De esta manera, pretende ganar peso en la toma de decisiones en la gestión de la aerolínea, así como “influir directamente en el desarrollo futuro de Air France-KLM para asegurar de la mejor manera posible el interés público holandés”, aseveró Hoekstra.
Unos motivos que, para Le Maire, siguen sin justificar el paso dado por Holanda. “En el transporte aéreo, Air France-KLM es un éxito y es mejor consolidarlo. Y se consolida mejor mediante el diálogo y la transparencia que por sorpresa”, matizó.
Mientras, el consejo de administración de Air France-KLM aseguró que “tomaba nota” de lo ocurrido, así como confirmó sus “compromisos” con el Estado holandés de “reforzar el desarrollo del (aeropuerto) de Schiphol como hub europeo y apoyar el desarrollo de KLM”. También, aseveró que estará alerta de las consecuencias de esta acción.
Los motivos
Air France-KLM es el resultado de la fusión entre Air France (aerolínea de bandera francesa) y KLM (principal compañía de Países Bajos), efectuada en 2004, aunque ambas líneas aéreas siguen operando, generalmente, de manera independiente.
La maniobra ejercida por Holanda nace de la tensión existente entre el nuevo director general de Air France-KLM, el canadiense Benjamin Smith, y el director general de KLM, Pieter Elbers.
Y es que, Smith quería entrar en el consejo de administración de KLM para reforzar el control del grupo sobre la aerolínea holandesa, una medida que no agradaba a KLM. Incluso, llegó a amenazar a Elbers con no renovar su mandato en abril, si no aceptaba sus condiciones. Finalmente, se llegó a un acuerdo el pasado 19 de febrero: Elbers salvaba su puesto y recibía el título de director general adjunto de Air France-KLM, junto a su homólogo de Air France, Anne Rigali; y Smith entraba en el consejo de KLM. Un día después, Holanda inició la compra de las acciones de Air France-KLM.