El futuro de Norwegian Air Shuttle pende de un hilo. Su supervivencia económica se decidirá el próximo 16 de septiembre cuando sus acreedores reúnan para determinar si aprueban una prórroga al vencimiento de sus obligaciones.
Según France 24, el pasado lunes, la ‘low cost’ escandinava anunció que había solicitado una prórroga de dos años para hacer frente a sus obligaciones, que se cifran en un total de 350 millones de euros. La bajo coste tendría que devolver 250 millones este diciembre y otros 89,5 en agosto de 2020. Su idea es postergarlos a noviembre de 2021 y febrero de 2022, respectivamente.
La compañía entraría, así en 'default selectivo', una situación en la que sólo se pagan algunas de las deudas contraídas.
Como garantía para los acreedores, la compañía ha ofrecido sus slots (derechos de despegue y aterrizaje) en el aeropuerto de Londres/Gatwick. Ahora todo depende de la reunión que tendrá lugar el próximo 16 de diciembre.
Dudas sobre su futuro
En caso de no obtener el visto bueno por parte de sus acreedores, la situación de Norwegian será muy complicada. Y es que la línea aérea escandinava perdió 155 millones de euros en el primer trimestre de 2019. Esto se debe, parcialmente, a la crisis de los B737 MAX, en tierra desde principios del pasado marzo. La compañía cuenta con 18 B737 MAX en su flota, siendo una de las más castigadas por esta situación
La ‘low cost’ escandinava podría pues enfrentarse a tres escenarios: la venta de algunas de sus filiales menos rentables manteniendo las rutas interiores en Escandinavia y las conexiones entre ese mercado y España; que su rival IAG se haga definitivamente con ella; o la quiebra.
Aerolíneas europeas quebradas
Se uniría así al gran grupo de compañías que han desaparecido, siendo quizás una de las de mayor importancia. Y es que la aviación europea ha enfrentado en los últimos años un proceso de reestructuración.
En marzo se anunció el cese de las operaciones de la islandesa WOW Air. El pasado febrero quebraron las aerolíneas flybmi y Germania. En 2018 desaparecieron la filial alemana de Small Planet, la danesa Primera Air, la belga VLM, la griega Olympus, la filial alemana de Azur Air (aerolínea del touroperador Anex Tour), la suiza SkyWork, la hispano-venezolana Santa Bárbara Airlines, la británica Cello Aviation o la chipriota Cobalt Air.
El año 2017, estuvo marcado por la quiebra de Monarch, de Air Berlin y de Niki, que resurgió bajo el amparo de Ryanair como Laudamotion, así como por la deriva económica de una Alitalia declarada insolvente y actualmente bajo control estatal.
Cabe destacar, la reciente eliminación de Joon, la ‘low cost’ para millennials del grupo Air France-KLM, aunque en este caso su desaparición se debe a una decisión estratégica del conglomerado franco-holandés.