Un pasajero ha ganado una batalla judicial contra la aerolínea Ryanair después de que esta perdiera su equipaje de mano al trasladarlo a la bodega del avión por falta de espacio en la cabina en un vuelo entre Mahón, en la isla de Menorca, y Madrid.
En concreto, el juzgado de lo mercantil número 1 de Santander ha condenado a la compañía a pagar una indemnización de 2.000 euros al afectado.
Según el Convenio de Montreal, la normativa vigente, la responsabilidad de las empresas aéreas ante este tipo de extravíos se limita a los 1.430 euros. Este caso es el primero en España en el que se obliga a una aerolínea a no aplicar el límite indemnizatorio al considerar que se utilizan prácticas que privan al pasajero de realizar una declaración especial de valor a la que tendría opción si facturara el equipaje.
El juez ha explicado que la compañía actuó con temeridad al saber que si se perdía el equipaje el pasajero tendría difícil acreditar el contenido de la maleta. Esta situación es cada vez más común pues cada vez más aerolíneas cobran por cualquier bulto facturado.