Alitalia, la principal aerolínea italiana, lleva al borde de la quiebra desde mayo de 2017. En la actualidad, su futuro es todavía más incierto debido a la crisis del coronavirus que ha impactado de lleno en el país transalpino, donde ya se registran más de 2.500 muertes y de 26.000 afectados.
Según ha informado tagesschau.de, el Gobierno de Italia ha manifestado, ante este escenario, su intención de nacionalizar Alitalia, como una de las ayudas impulsadas para reducir el impacto de la pandemia en la economía. Así, el ejecutivo señaló, en un comunicado oficial, que se creará una "nueva empresa", que será "totalmente controlada por el Ministerio de Economía y Finanzas o por una empresa de propiedad pública mayorista".
Lo cierto es que Italia es el país de Europa más afectado por esta enfermedad, lo que ha llevado a la aplicación de medidas drásticas en el país, como es el cierre de todos los negocios (a excepción de los servicios básicos), de los centros educativos, comercios o locales de ocio y la restricción de los viajes en todo el territorio. Muchos países, como España, también han prohibido las conexiones aéreas con la "bota" del viejo continente.
La supervivencia de Alitalia
Cabe destacar que el ejecutivo italiano concedió un préstamo de 400 millones a Alitalia el pasado noviembre, para que pudiera seguir operando. Previamente, en mayo de 2017, la aerolínea fue puesta en administración especial y recibió 900 millones de euros, con el objetivo de que la compañía ferroviaria nacional Ferrovie dello Stato (FS) se aliara con el grupo de infraestructura Atlantia y la aerolínea estadounidense Delta Air Lines, crearan un consorcio y rescataran a la compañía.
Sin embargo, FS no fue capaz de convencer al resto de compradores, por lo que el gobierno se vio obligado a ceder otro préstamo de 400 millones a la aerolínea. Se estima que, desde el principio de su crisis financiera, la supervivencia de Alitalia ha tenido un coste próximo a los 9.000 millones de euros a los contribuyentes italianos. Para el Gobierno de Italia esta compañía aérea es clave, ya que su desaparición supondría la destrucción de 11.600 empleos y que algunas regiones del país quedaran totalmente desconectadas.