La nueva aerolínea suiza Powdair, especializada en viajes de esquí, tenía previsto comenzar a operar en estas fechas. Sin embargo, según ha publicado el diario El Español, la incertidumbre del sector debido a la quiebra de varias líneas aéreas y las especulaciones sobre el impacto del Brexit, han provocado que su principal inversor haya decidido dar un paso atrás y “alejarse del proyecto”.
Esto ha generado que sea imposible que la compañía comience sus operaciones este invierno, dejando en tierra a 5.000 clientes que ya tenían reservados sus vuelos desde seis aeropuertos de Reino Unido con destino Sion, en Suiza.
El plan B de Powdair es recaudar fondos adicionales de inversores individuales. Se requieren un total de tres millones de euros, de los que un millón tendrá que ser recaudado en los próximos días para iniciar operaciones y cancelar el menor número de vuelos posibles.
El interés de un posible inversor podría permitir que la empresa volara en enero. Además, según señalan, desde que comunicaran su decisión de retrasar su despegue, recibieron más de 100 correos electrónicos ofreciéndoles ayuda financiera.