Esta última semana ha sido especialmente tensa para el sector turístico alemán debido al temor de una posible quiebra de Germania.
Según recoge el diario FWV, la falta de liquidez de la aerolínea chárter vacacional con base en Berlín llevó a los ejecutivos a anunciar el pasado martes que estaban buscando diferentes fuentes de financiación para asegurar sus operaciones a “corto plazo”. En diciembre de 2018, la compañía tenía un déficit de 20 millones de euros para su programa de vuelos invernales, lo que le hace difícil demostrar ante la Autoridad de Aviación Civil de Alemania que cuenta con la suficiente liquidez para asegurar sus operaciones.
Pese a que desde la empresa aseguran que los vuelos continuarían operando con normalidad, diferentes touroperadores como TUI, FTI, Schauinsland y DER Touristik han mostrado su preocupación. Y no es para menos ya que la compañía transporta a más de 4 millones de pasajeros a más de 60 destinos vacacionales de Europa, el norte de África y Oriente Medio. Los TT.OO. contratan el 60% de la capacidad de Germania, siendo TUI con un 15% su principal cliente.
Karsten Balke, CEO y propietario de la compañía aérea explicó que habían mantenido diferentes conversaciones con inversores muy interesados y que eran “optimistas” respecto a seguir operando como “aerolínea independiente”.
Sin embargo, muchos temen que la compañía alemana pueda unirse al grupo de aerolíneas que dejaron de operar en el pasado 2018 como la filial alemana de Small Planet, la danesa Primera Air, la belga VLM, la griega Olympus, la filial alemana de Azur Air (aerolínea del touroperador Anex Tour), la suiza SkyWork, la hispano-venezolana Santa Bárbara Airlines, la británica Cello Aviation o la chipriota Cobalt Air.