Entretener a miles de pasajeros durante largas travesías en el mar es uno de los retos a los uqe hace frente la industria de cruceros, en pleno proceso de expansión.
Según explica el medio Science Daily, las navieras han encontrado una fórmula para hacer a los cruceros aún más atractivos. La clave es convertirlos en casinos flotantes al más puro estilo de Las Vegas. Así lo atestiguan dos estudios elaborados por el Grupo de Investigación Applied Economics & Management, con sede en la Universidad de Sevilla. Los autores de estos trabajos son los investigadores José Ignacio Castillo Manzano, Lourdes López-Valpuesta y Mercedes Castro-Nuño.
Los informes revelan que la gran escala de los nuevos barcos está creando una experiencia “masificada”, menos satisfactoria que la de “los buques tradicionales”. El gran tamaño de los barcos obliga a las navieras a aumentar la oferta de ocio y en lugar de optar por el lujo más clásico, se ha optado por el modelo de parque temático familiar muy habitual en los grandes Resorts-Casino de Las Vegas.
Desde los espectáculos, el código de vestimenta, la oferta gastronómica y obviamente los casinos, todo copia la forma de entretenimiento que triunfa en la ciudad del pecado.
Este cambio de modelo también ha conllevado un cambio de público objetivo. Ya no se busca a los pasajeros de edad y renta altas o las parejas de luna de miel, ahora es esencial captar a las familias de clase media.