El hotel M Social Singapore ha introducido un robot mayordomo que ofrece servicio de habitaciones a los huéspedes. La máquina utiliza cámaras 3D y puede llamar al ascensor o maniobrar entre personas. No es el primero alojamiento que hace uso de la tecnología para satisfacer a unos clientes cada vez menos dados a la interacción con empleados humanos. Otro androide, Relay, de la empresa Savioke, ya ofrecía sus servicios en algunos hoteles Aloft y Residence Inn.
Tom Beedon, gerente general del Residence Inn del aeropuerto de Los Ángeles, ha explicado que el uso de los robots es rentable porque cuestan menos que emplear a un ser humano (se alquilan por 2.000 dólares al mes). Además, durante una conferencia hotelera celebrada recientemente en la ciudad se ha determinado que los robots serán la norma dentro de cinco años y que si en la actualidad solo llevan pequeñas botellas o tubos de pasta de dientes a las habitaciones no pasará mucho tiempo hasta que lleven bandejas completas de desayuno.
Muchos clientes prefieren esta tecnología maltrato personal de un mayordomo por su rapidez, entre otras cosas.
Aunque algunas voces alertan que esta tendencia repercutirá negativamente en los empleados, que perderán su trabajo, otras, como Steve Cousins, fundador de Savioke, defiende que que solo contribuirán a desplazar empleos y que “ocupaciones aburridas y mal pagadas” serán reemplazadas por otras más interesantes para las personas.