Lufthansa Group está a punto de cerrar un acuerdo de rescate con el Gobierno federal de Alemania, por el que recibirá una ayuda de 9.000 millones de euros. El ejecutivo alemán, a cambio, se hará con un 20% de las acciones de la compañía y con un bono convertible con valor del 5% más una acción (esta le daría poder de decisión en la compañía en caso de decisiones ajustadas).

Según ha informado Spiegel, la ayuda irá destinada exclusivamente a la aerolínea Lufthansa y no al resto de compañías aéreas del grupo. Cabe destacar que de los 9.000 millones, 3.000 serán concedidos en forma de préstamo del banco estatal Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW). 

De esta manera, Lufthansa busca garantizar la solvencia de la empresa a largo plazo, que ha sido duramente golpeada por la crisis del coronavirus y las consecuentes restricciones de movilidad, dejando pérdidas mensuales de liquidez de hasta 800 millones. De hecho, Lufthansa Group comunicó a sus empleados que 300 aviones de su flota (conformada por 763) se quedarán en tierra, al menos, hasta 2021.

Participación estatal

En cuanto a la participación del Estado en la compañía, se ha resaltado que el gobierno carece del peso suficiente como para bloquear decisiones estratégicas. Sin embargo, el bono convertible más la acción le confiere mayor autoridad. De acuerdo con el diario citado, el ejecutivo alemán solo estaría dispuesto a utilizarlo para casos excepcionales, como evitar una adquisición "hostil". El diario On The Wings of Aviation, por su parte, considera que el Estado podría forzar a Lufthansa a tomar decisiones más respetuosas con el medioambiente, como por ejemplo reducir rutas nacionales de menos de dos horas. 

Por el momento, tanto el Consejo Ejecutivo como la Junta de Supervisión de Lufthansa y la Comisión Europea deben dar el visto bueno al rescate. El Gobierno federal de Alemania adelantó que Bruselas ya estaba al tanto del mismo y que lo estaba estudiando.