Parece que el aeropuerto de Palma (Mallorca) vivirá otra temporada turbulenta en lo que respecta a los servicios de transporte terrestre de pasajeros. Y es que la tensión entre taxistas y algunas empresas de microbuses ha vuelto escalar. Según han confirmado dirigentes de ambos sectores, el pacto que existía para garantizar la “paz” está roto, aumentando el riesgo de conflicto en la salida de la terminal, a plena vista de los turistas recién llegados.

Cabe recordar que la rivalidad por los clientes entre estos dos sectores se remonta a hace varios años, viviendo su punto álgido durante la temporada de 2023 —cuando los taxistas llegaron a bloquear el aeropuerto en señal de protesta. Todo surgió porque los taxistas acusan a los microbuses de hacer captación ilegal de los pasajeros, lo que supone un detrimento de las ganancias de los primeros.

En declaraciones a Diario de Mallorca, los dirigentes de ambas patronales coinciden sobre lo que está sucediendo. Tanto el presidente de Taxis-Pimem, Gabriel Moragues, como su homólogo en ATVIB, Juan Gorreta, reconocen que algunas empresas de microbuses están ofreciendo sus servicios a los pasajeros, cuando al tratarse de un servicio de transporte discrecional deben contar con una contratación previa.

Según ha detallado Gorreta, las empresas que están realizando la práctica ilegal son algunas que no pertenecen a su asociación o que en su día fueron expulsadas precisamente por no querer seguir las reglas del juego.

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