El grupo hotelero Meliá ha orientado su modelo de negocio en los últimos años hacia la gestión de los hoteles que operan bajo su marca. De ese modo, la compañía ha evitado tener que realizar una gran inversión en la propiedad o el arrendamiento de los inmuebles.
Desde Meliá consideran que, con esa estrategia, la actividad es “más sostenible y más resistente a los cambios de ciclo económico”. Según informa El Economista, la empresa española doblará el margen ebitda en el 80% de sus nuevos hoteles hasta 2020. De hecho, de las 67 nuevas incorporaciones en los próximos dos años, 55 serán en gestión y ninguno en propiedad.
En 2017 el beneficio bruto fue de 30 euros por cada 100 ingresados en los establecimientos bajo gestión. De las mismas cuentas anuales se extrae que un tercio del ebitda -que se situó en 310 millones de euros el año pasado, un 8,6% por encima de los 285,6 millones de 2016- ya procede de los hoteles explotados bajo este modelo.
Las transformaciones del grupo hotelero han provocado que sus acciones repunten un 3,57% en 2018. Los especialistas apuntan que “la estrategia de Meliá, focalizada en aumentar los niveles de eficiencia y la rentabilidad, hace a la compañía más resistente ante nuevas recesiones del ciclo económico”.