El Grupo Meliá está siendo investigado por la Comisión Europea. Las autoridades tratan de determinar si la compañía fijó tarifas diferentes según el país de residencia de los clientes. En caso de que esto se confirme, se habrá violado normas europeas y la empresa española se enfrentará a una multa.
En un comunicado, la autoridad comunitaria ha señalado que: "La Comisión acoge favorablemente la iniciativa de los hoteles para desarrollar e introducir mecanismos innovadores de fijación de precios que maximicen la ocupación de las habitaciones, pero ni los hoteles ni los operadores turísticos pueden discriminar a los clientes en función de su ubicación".
La Unión Europea ahora se centra en determinar si los acuerdos que tiene Meliá con los principales operadores turísticos (Thomas Cook, TUI, Kuoni y Rewe) incluyen clausulas que les imposibilitan mostrar a clientes de paises concretos las plazas de las que dispone en el hotel o reservar a los mejores precios contratados. Esto ha sido denunciado por algunos usuarios. Además, esta acción también violaría las reglas del mercado único europeo, pues lo divide en función de la mercado de origen del huésped.
El año pasado, ya se realizó una investigación similar contra el parque Disneyland París mediante la que se confirmó que la compañía cobraba más a las familias británicas que a las francesas o las belgas. En consecuencia, la empresa tuvo que modificar su política de reservas.