Acapulco (estado de Guerrero, México) ha vivido una Navidad algo lúgubre. El huracán Otis azotó fuertemente a diversas empresas del sector turístico a su paso en el mes de octubre. Numerosos hoteles y restaurantes permanecen cerrados e incluso algunos de ellos todavía se encuentran prácticamente hechos escombros.
Según El Nacional, de hecho, solo cuatro hoteles han podido abrir durante este mes de diciembre. No obstante, lo han hecho a baja capacidad, algunos de ellos, al 30%. Otros no han corrido tan buena suerte. Ejemplo de ello es el hotel Elcano, que ya ha anunciado su cierre y el despido de un centenar de trabajadores.
Algunos expertos vaticinan numerosos cierres en Acapulco durante los próximos meses, cuando se acaben las ayudas públicas. Por su parte, el presidente del Consejo de Cámaras Industriales y Empresariales de Guerrero, Julián Urióstegui, ha advertido que si no se apoya a las micro, pequeñas y medianas empresas podrían destruirse unos 35.000 empleos formales y otros 40.000 informales.
“La industria no quiere que le regalen, sino que le den facilidades, pero todo está relacionado, es una simbiosis: si no abren, los acapulqueños no podrán trabajar”, ha afirmado el empresario turístico Guido Rentería.