El descontento de los pasajeros de Ryanair en torno a una presunta nueva normativa de asignación asientos está aumentando. Sin embargo, la aerolínea insiste en que “no hay nueva política”. 

El mes pasado el diario The Independent reveló que aquellos clientes que se niegan a pagar por asientos fueron colocados en las butacas de en medio en las filas de tres asientos. En el caso más extremo, un grupo de 20 golfistas que volaron a España, fueron colocados en esas plazas, a excepción de tres que habían pagado con antelación. 

Un abuelo también ha mostrado su enfado al respecto. Allan Clifford publicó en la página de Facebook de la aerolínea que esta asignó un asiento a su nieto de cinco años en un vuelo de Bristol-Alicante alejado de los adultos que le acompañaban.“Reservé con mi esposa y mi nieto de Bristol a Alicante. En el check in, fui asignado al asiento 10D, mi esposa en el 21D y mi nieto de cinco años en el 22B”. Pudo solucionar la incidencia pagando 10,21 euros extra.

La Autoridad de Aviación Civil tiene normas estrictas en estos casos. “Los niños y los adultos no pueden estar separados por más de un pasillo. Esto es debido a que en caso de evacuación la rapidez de las maniobras pueden verse afectadas por adultos tratando de llegar hasta sus hijos”.

Un portavoz de Ryanair ha explicado que: ”Los clientes que no desean comprar un asiento se asignan al azar un asiento, de forma gratuita. Esta ha sido nuestra política desde la introducción de asientos asignados en febrero de 2014”. También han añadido que “los adultos que viajan con niños deben comprar un asiento asignado (por cuatro libras esterlinas) y hasta 4 niños de la misma reserva recibirán asientos asignados gratis”. 

Asimismo, atendiendo al factor de carga que está recibiendo la aerolínea, apuntan que ahora hay menos asientos para asignar al azar, por lo que se aconseja a los clientes que deseen sentarse untos que reserven sus plazas. 

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