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Los alojamientos turísticos vuelven a endurecer las políticas de cancelación para evitar al cliente 'fantasma'

El estallido de la pandemia obligó a la mayoría de hoteles y alojamientos turísticos a flexibilizar las políticas de cancelación debido a lo contagioso e imprevisible del covid-19. Sin embargo, una vez olvidada la crisis sanitaria y sus restricciones a los viajes y desplazamientos, el sector alojativo —con especial incidencia en el segmento del alquiler vacacional— está retomando las tarifas no reembolsables y endureciendo la condiciones para cancelar una reserva.

Los complejos de apartamentos y viviendas turísticas temen la proliferación de turistas ‘fantasma’, que acaban cancelando su reserva con escasos días de antelación. Según explica a El Independiente el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), Miguel Ángel Sotillos, parte de la culpa de estos ‘no show’ de ultimísima hora es imputable a los portales y plataformas de alquiler vacacional —Airbnb, Booking, etc.— que “venden la idea [a empresas y propietarios] de que pongan muy pocas restricciones porque así tendrán muchas reservas”. 
 

 Están alargando los plazos a 14 o hasta 30 días en función de las características del alojamiento”


El problema llega cuando un cliente cancela una reserva de varios apartamentos para un periodo de dos semanas apenas tres días antes del comienzo de la misma. “Como haya otra cosa disponible más barata, te cancelan y te dejan colgado a última hora”, lamenta Sotillos. Hay viajeros que reservan a través de estos portales dos, tres, cuatro o cinco alojamientos para finalmente solo ocupar uno. “Con tres días de antelación, los cuatro propietarios a los que les cancelan poco margen de maniobra tienen. Hay demanda, pero no tanta de último minuto para poder vender todo”, agrega.

Cancelaciones más restrictivas
 

En este contexto, las empresas que se dedican a la gestión de alojamientos turísticos han comenzado a recuperar viejas costumbres prepandémicas, endureciendo las políticas de cancelación y fijando tarifas no reembolsables. “Están alargando los plazos a 14 o hasta 30 días en función de las características del alojamiento”, detalla el presidente de Fevitur, que añade que aunque permitan cancelar, también exigen un porcentaje del importe total de la estancia por adelantado que permita cubrir los gastos ocasionados. “Eso está funcionando muy bien y todo el que no lo ha hecho se está encontrando ahora que le han hecho un montón de reservas que en el último minuto le cancelan”, sentencia.

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