Sandra Ortega, una las personas más ricas de España y accionista de Inditex, ha decidido realizar una fuerte inversión para levantar un resort de lujo en Portugal. Concretamente en Grândola, una localidad de apenas 14.000 habitantes, que recientemente ha experimentado un 'boom' turístico. Sin embargo, el proyecto de la hija del empresario Amancio Ortega está teniendo que afrontar varios problemas, derivados de la 'saturación' que sufre el municipio. La política local está estudiando si poner fin a la concesión de plazas alojativas, debido al excesivo consumo de los recursos por parte de los visitantes, decisión que afectaría al negocio de la multimillonaria gallega.
Ortega inició, a finales de 2021, el proceso de construcción de un complejo turístico y residencial llamado Na Praia. El espacio disponible para la obra es de 30.000 metros cuadrados y contará con varios edificios, como un hotel de cinco estrellas, instalaciones deportivas, núcleos turísticos o zonas residenciales de lujo. Para ejecutar el plan, se invertirán más de 160 millones de euros. El plan de Ortega fue bien acogido por la alcaldía de Grândola, debido a los más de 300 puestos de trabajo que se prevén generar hasta finales de 2023.
En este año, el plan de la popular empresaria está atravesando más complicaciones de las esperadas. Tal y como informa el medio Economía Digital, el pasado febrero la Cámara municipal aprobó un decreto que restringía facilidades a los proyectos de nueva creación, especialmente minando la construcción de edificios. Este plan duró apenas un día, ya que la Asamblea Municipal (donde se encuentran todos los partidos) tumbó la medida. A pesar del rechazo parlamentario, el debate social y político sobre la necesidad de limitar la actividad alojativa sigue presente, y ahora con mayor fuerza debido a la sequía que sufre la región lusa.
La asociación ambientalista Proteger Grândola indica que las reservas de agua del municipio se encuentran en "escasez extrema". A comienzos de agosto, la Cámara Municipal tuvo una reunión con los promotores turísticos para plantear una reducción 'significativa' del número de camas, para preservar la sostenibilidad del ecosistema local. Esta iniciativa buscaría reducir el consumo de los recursos hídricos por parte de las explotaciones hoteleras, a las que instó a implementar procesos de desalinización del agua del mar, para regar sus campos de golf o sus zonas verdes.
Explosión turística en Grândola
Grandiola ha conseguido atraer a varios de los inversores turísticos más importantes. La aparición de cadenas hoteleras como Grupo Pestana, Vanguard Amorim Luxury, Discovery Land o Rosp Corunna —el holding inversor de Sandra Ortega—, han provocado que el municipio esté tramitando casi 20.000 camas turísticas, lo que implicaría triplicar su actual capacidad.