Nueva piedra en el camino para el magaproyecto turístico ‘Na Praia’ de Sandra Ortega, hija del propietario de Inditex, Amancio Ortega, y segunda accionista de la multinacional española, en el considerado último tramo de litoral virgen de Portugal. Si en un primer momento fue la política local la que amenazó la construcción de un proyecto de resort de lujo que algunos catalogan como la ‘nueva Ibiza’, ahora ha sido la justicia lusa la que ha intervenido en su construcción.
Según informa El País, la jueza lusa Ana Casa Branca ha ordenado la paralización provisional de las obras que se están llevando a cabo para levantar un complejo de 506 camas en la península de Tróia, un arenal situado junto a la desembocadura del río Sado, en el municipio de Grândola, de apenas 14.000 habitantes.
Esta suspensión cautelar se ha producido tras un recurso de la Plataforma Dunas Livres, que aglutina a una decena de organizaciones ecologistas que se oponen a la destrucción de este paraje natural. Y es que el complejo turístico y residencial impulsado por Ortega ocuparía 30.000 metros cuadrados y estaría compuesto por un hotel de cinco estrellas, tres núcleos turísticos y dos instalaciones deportivas.