Qatar Airways quiere convertirse en accionista de American Airlines. El objetivo de la compañía es hacerse con más de un 10 % del accionariado de la que es una de las tres principales aerolíneas de Estados Unidos.
Se trata de un movimiento que viene a desafiar las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se ha mostrado especialmente beligerante con las compañías procedentes de países del Golfo. Pese a ello, no puede ser impedido, ya que la ley estadounidense sólo limita la propiedad extranjera en una aerolínea al 24,9% (en Europa este límite se sitúa en el 49%).
Esta operación supondría la compra de 16,7 millones de acciones con un valor de mercado de 808 millones de dólares. Pero no anda exenta de polémica debido a la tirante relación entre la compañía estadounidense y la qatarí. De hecho, habitualmente los norteamericanos critican a las compañías del Golfo alegando que su rápida expansión internacional se debe a ayudas ilegales por parte de sus países de origen.
El grupo del Golfo ya posee un 20% del holding IAG, que comprende a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus; y un 10% de LATAM Airlines, que adquirió en diciembre de 2016.