El que avisa no es traidor, reza el dicho popular. Pues bien, Ryanair amenazó hasta en dos ocasiones, el pasado febrero, con abandonar el archipiélago canario. Ahora, ha confirmado a sus sindicatos que cerrará sus bases en la provincia de Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) y en Tenerife Sur, a partir del 8 de enero. Podrían no ser las únicas, ya que la terminal de Girona “está en riesgo”.
Según ha informado El Español, la aerolínea transmitió esta información a sus sindicatos USO y Sictpla, en una reunión en el Servicio de Intermediación y Arbitraje (SIMA) celebrada hoy, 7 de agosto. El encuentro se mantuvo para acercar posturas sobre el Primer Convenio Colectivo de la aerolínea en España.
Lo cierto es que, pese a la confirmación, los sindicatos dudan de que el cierre de bases se produzca, ya que son “las más rentables” para la compañía, por lo que las advertencias de la ‘low-cost’ volverían a caer en saco roto. En esta línea, consideran que, si llegan a un acuerdo con la aerolínea irlandesa, esta decisión podría ser revocada.
Todo ello pese a que Ryanair pintó un panorama bastante feo en España, debido a la crisis del B737 MAX, que le llevará a recibir sus pedidos mucho más tarde de lo previsto, así como por el incremento de los costes y el descenso de las tarifas.
Cierre de bases
De hecho la aerolínea irlandesa ya había anunciado, el pasado julio, que cerraría sus bases aeroportuarias y cancelaría sus rutas más deficitarias debido a la inmovilización de los 737 MAX, que llevan en tierra desde el pasado marzo, tras los accidentes mortales de Indonesia y Etiopía.
Por el momento, la compañía ha cerrado sus bases en Bremen (Alemania) y Eindhoven (Países Bajos), así como ha reducido su flota en otras urbes germanas como Frankfurt y Düsseldorf.
Despidos masivos
La compañía también anunció despidos masivos, en concreto señaló que le sobraban 500 pilotos y 400 tripulantes. Ryanair justificó estos despidos, además de por las razones ya citadas, por la caída de sus beneficios (-21%), hasta alcanzar los 243 millones de euros, en el primer trimestre fiscal.
No obstante, los sindicatos desconfían de estos motivos, ya que de enero a julio de 2019, la línea aérea registró un aumento del 10% en el número de pasajeros. Además, una de las agencias de captación de tripulantes de cabina para Ryanair ha anunciado la realización de entrevistas, para captar a estos profesionales por toda Europa.
En definitiva, consideran que la ‘low-cost’ busca un lavado de marca, con el fin de sacar a algunos trabajadores de la matriz para colocar a otros en dos de sus aerolíneas (Laudamotion y Malta Air), donde los conflictos por los derechos laborales no están a la orden del día.
Cabe destacar que el encuentro entre la ‘low-cost’ y los sindicatos concluyó sin acuerdo, así como que los tripulantes de cabina decidieron convocar una huelga en septiembre, aunque la fecha está por determinar.