El hotel de El Algarrobico (Carboneras, Almería), considerado por muchos como monumento a los excesos del ladrillo y del turismo, seguirá en pie, al menos, por un tiempo. El Tribunal Supremo ha desestimado la solicitud de Greenpeace que instaba al derribo de este hotel de 20 plantas y 411 habitaciones.

Aunque la sentencia aún no es pública y, por tanto, se desconoce la argumentación del organismo judicial, según apunta el diario El País, ha sido clave que la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de Carboneras sigue en vigor.

En julio de 2021, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía instó a dicho consistorio a revisar la licencia —de la que hay indicios que podría ser nula— antes de ordenar el derribo del inmueble. No obstante, desde el consistorio se ha demorado el trámite, lo que llevó a los ecologistas a intentar acelerar el proceso elevando la decisión al Supremo.

La historia de un hotel que nunca abrió sus puertas


La construcción del hotel se paralizó en febrero de 2016 por un juzgado de Almería, cuando las obras estaban cerca de ser completadas. Desde entonces, el proceso judicial se ha alargado durante los años, en los que los tribunales han determinado los numerosos incumplimientos que acumulaba el proyecto: se construyó en suelo no urbanizable y de especial protección, por estar dentro del parque natural Cabo de Gata; y, además, incumplía la Ley de Costas, al estar a 30 metros de la franja de dominio público marítimo-terrestre — el mínimo legal es a 100 metros—.