Las ciudades andaluzas de Málaga, Granada y Córdoba quieren poner coto a las despedidas de soltero, protagonizadas por grupos numerosos, ataviados de disfraces llamativos y que, por lo general, suelen deambular bajo los efectos del alcohol. Una actividad que, aseguran, no se identifica ni con su modelo de ciudad ni con el turismo de calidad que quieren instaurar.
Según ha informado El País, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, anunció que habrá más presencia policial para controlar las despedidas. En Granada, sin embargo, la concejal y portavoz adjunta del equipo de Gobierno, Ana Muñoz, reunió a los diferentes grupos políticos para poner fin a “un escaparate de barbaridades que esa ciudad no tiene por qué soportar”. Mientras, en Córdoba, los hoteleros y hosteleros han exigido a las autoridades que tomen medidas. Ellos, por su parte, no aceptarán reservas para estos grupos.
De hecho, en la ciudad de Granada pueden coincidir, de manera simultánea, entre 15 y 20 despedidas. Y es que, Internet ha favorecido la aparición de empresas que se dedican a organizar este tipo de actividades a un coste de 29 euros, que asciende a 115 euros si se incluye el alojamiento o actividades recreativas. No obstante, desde esta compañía pasan la patata caliente a los pisos turísticos, ya que los consideran los verdaderos responsables del descontrol de las despedidas.
Lo cierto, es que en esta ciudad se ha incrementado la presencia policial para vigilar que estas actividades no se salgan de madres. Se controlan, de jueves a mediodía hasta el sábado por la noche, aspectos como el ruido o el consumo de alcohol en la vía pública. Mientras, el Consistorio malagueño está buscando soluciones a esta problemática junto con asociaciones de vecinos, el secto hostelero y las agencias de alquiler vacacional, donde contempla la imposición de sanciones.