El sector hotelero de Barcelona ha tenido que bajar los precios para mantener el nivel de ocupación este verano, de tal forma que la facturación se ha reducido un 14% en los meses más fuertes de la temporada: julio y agosto.
Según ha informado El Economista, el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos, señaló que la bajada de ingresos fue del 7,3% en julio y del 20% en agosto, siendo los hoteles de mayor categoría los más perjudicados. De enero a agosto, a su vez, la caída acumulada de la facturación es de un 9,6%, mientras que la ocupación ha descendido un 2,5%, pese a los descuentos establecidos.
Clos manifestó que los hoteleros temen que esta situación se convierta en "tendencia", ya que Barcelona "está perdiendo su reputación". En este sentido, apuntaló que países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania alertan a sus ciudadanos de los riesgos que existen al viajar a la ciudad condal por la tensión política.
A todo ello, se suma el auge del turismo de "baja calidad" o de "borrachera", algo que Clos considera que está ligado al tipo de oferta de alojamientos, refiriéndose a los pisos turísticos. También reparó en el aumento de la suciedad, lo que provoca la proliferación de ratas en la vía pública. Por ello, instó a las administraciones a tomar las medidas necesarias en estos ámbitos para atraer al turismo de calidad.