La reapertura de los locales de ocio nocturno en Baleares y Cataluña se han traducido en una disminución de los problemas generados por los botellones, que habían proliferado en los últimos meses y que, en muchos casos, estaban dañando la imagen turística de ambas regiones.

Según recoge Mallorca Diario, la Policía Local de Palma (Mallorca) ha desvelado que el último fin de semana — del 8 al 10 de octubre— se vivió con “tranquilidad” en las zonas habituales de reunión para este tipo de fiestas como avenida Argentina, sa Feixina, los polígonos, Platja de Palma, Santa Catalina, Passeig Marítim y Camp Redó. Es más, constatan que se ha producido un descenso de botellones y de aglomeraciones.
 


 

Eso sí, la actividad no desapareció totalmente, ya que las autoridades tuvieron que levantar hasta 32 actas por botellón.

Por su parte, el consejero de Interior de Cataluña, Joan Ignasi Elena, confirmó que la apertura de pubs y discotecas ha “limitado la intensidad de los botellones”, reduciéndolos a niveles similares “a los de antes de la pandemia”, recoge Crónica Global.