Los residentes de la ciudad de Palma (Mallorca) se están teniendo que enfrentar a un problema cada vez más recurrente y con visos de empeorar: la escasez de taxis. El problema radica en que, tras el aumento significativo del turismo una vez suprimidas todas las restricciones por la pandemia, las oleadas de turistas que desembarcan en puerto y aeropuerto acaparan casi completamente la oferta de taxis en la capital mallorquina.
Según apunta Diario de Mallorca, las 1.246 licencias de taxi vigentes en Palma no están pudiendo satisfacer a la vez la demanda de residentes y turistas. Muchos de los taxistas prefieren acudir al puerto en busca de los miles de viajeros cruceristas que llegan a Palma o al aeropuerto, cuando desembarcan del avión. Esta situación provoca una desatención de la demanda en el resto de la ciudad, dificultando la movilidad de los residentes.
No hay policías porque están en Playa de Palma y no hay taxis porque están sirviendo en las zonas turísticas"
“Estamos en un contexto en el que solo se sirve a turistas. No hay policías porque están en Playa de Palma y no hay taxis porque están sirviendo en las zonas turísticas. Residir y trabajar en Palma se convierte en un imposible”, ha lamentado Maribel Alcázar, presidenta de la Federación de Vecinos de Palma, en declaraciones al citado medio.
Desde el consistorio palmesano estudian las posibilidades para solucionar este desequilibrio y lo que proponen actualmente es una reducción de las libranzas de los taxistas para que puedan estar más tiempo circulando. “A partir de la semana que viene reduciremos las libranzas para que el servicio se pueda prestar, de forma que los coches puedan estar 24 horas en movimiento y que los conductores puedan trabajar más”, ha señalado Xisco Dalmau, teniente de alcalde de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Palma.