Baleares mantiene el veto a las discotecas de las zonas de excesos
Finalmente, Baleares ha permitido la apertura de los locales de ocio nocturno (incluidas discotecas), desde ayer, domingo 21 de junio. No obstante, ha puesto numerosas restricciones a dicha apertura:
- Sólo podrán reabrir los locales más pequeños, aquellos que cuenten con un aforo máximo de 300 personas.
- Deberán reducir su capacidad en casi dos tercios.
- Sigue sin estar permitido bailar, por lo que en las zonas de baile se instalarán mesas y sillas respetando el distanciamiento social.
- El horario de apertura de los mismos también se reducirá hasta las 2 de la madrugada, mientras que el servicio en barra finalizará en torno a las 21.00 horas.
- Deberán permanecer cerrados, independientemente de su tamaño, los negocios de este tipo ubicados en S'Arenal y Magaluf (Mallorca) y del West End (Ibiza), asestando así un duro golpe a estas zonas, reconocidas como epicentro del turismo de excesos.
Según ha informado Diario de Mallorca, la medida fue anunciada por el presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE), Jesús Sánchez, tras haber mantenido una reunión con el conseller de Turismo, Iago Negueruela. Y es que, inicialmente, las intenciones del Govern eran no reabrir los locales de ocio nocturno con oferta de baile hasta que se encontrase una vacuna o un tratamiento efectivo contra el COVID-19.
Con la nueva normativa todos los bares musicales, cafés-concierto y discotecas que cumplan con los requisitos podrán abrir desde hoy, pero lo cierto es que las condiciones de apertura interpuestas por el Govern deja cerradas la mayoría de discotecas de Ibiza y Mallorca, ya que superan el aforo de 300 personas. De acuerdo con ABONE, este tipo de discotecas no tiene pretensiones de abrir de forma inmediata, sino una vez avance el verano y lleguen más turistas. Habrá que esperar a las medidas que adopte el Govern entonces.
Cambio de modelo
Desde la asociación temían que la postura del gobierno autonómico con los locales nocturnos estuviera determinada por su apuesta por cambiar el modelo turístico, en aras de impulsar el turismo familiar y de calidad en detrimento del de excesos o borrachera. Lo cierto es que mantener cerrados estos negocios en zonas turísticas, populares para el turismo de borrachera, es toda una declaración de intenciones. Recientemente, el Govern aprobó su ley antiexcesos para acabar con este tipo de turismo.
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