Las estrictas normas impuestas a la hora de volar han provocado un "boom" en la llegada de jets privados a Baleares, principalmente a los aeropuertos de Mallorca e Ibiza. Esta Semana Santa ha habido una eclosión de vuelos privados, sobre todo procedentes de Alemania, Suiza, Austria, Francia e Italia. También se registró la llegada de este tipo de aviones desde otros lugares de España, todo y pese a que durante las vacaciones de Semana Santa se aplicó el cierre perimétrico de todas las comunidades autónomas de la Península.

Entre el domingo 28 de marzo y el lunes 5 de abril, aterrizaron un total de 387 jets: 220 aviones llegaron a Son Sant Joan (Mallorca), 134 tomaron tierra en el aeropuerto de Ibiza y 33 lo hicieron en el de Maó (Menorca), según información facilitada por Europair —empresa especializada en la contratación y gestión de vuelos chárter—. Esto supone una media de 43 aterrizajes diarios en el archipiélago.

Según el diario Información, para Gerardo Manzano, consejero delegado de Europair, “el gran volumen de jets privados que aterrizan continuamente en Baleares, en plena pandemia y Semana Santa, responde a dos motivos fundamentalmente: la caída de las conexiones aéreas y frecuencias en la aviación comercial por la crisis sanitaria, y a la seguridad que brinda volar en una aeronave privada con un selecto grupo”.

Asimismo, expresó que el año pasado las islas lideraron también las operaciones de aviación ejecutiva en España, con Mallorca a la cabeza.



Las ventajas de viajar en jet

El crecimiento de este tipo de aviones está, en gran medida, motivado por la pandemia del Covid-19. Muchos viajeros se sienten más seguros al no tener que compartir transporte con cientos de personas, y es que estos vuelos tienen una capacidad media de dos o tres pasajeros.

Asimismo, optando por los jets consiguen mayor privacidad y evitar el contacto con otros viajeros, puesto que cuentan con su propia terminal en la que no se forman grandes  aglomeraciones para pasar los controles sanitarios.