La compañía presentó su nuevo plan estratégico para los próximos cinco años y anunció que pretende invertir 450 millones en la construcción de nuevas terminales y en renovar y ampliar su flota.
Concretamente quiere invertir 320 millones en el pago de los tres nuevos barcos propulsados por gas natural que están en construcción, así como en la adquisición de otras naves y la renovación de su flota actual. El objetivo es que la mayoría de sus vehículos terminen utilizando este tipo de combustible menos contaminante.
Por otra parte, apostará por la creación de nuevas terminales de embarque en los aeropuertos de Barcelona, palma de Mallorca y Valencia.
A su vez, también hicieron públicos los resultados del último ejercicio, en el que la empresa obtuvo unos beneficios de 39 millones de euros, un 37,7% más que en 2015. La naviera facturó 329,5 millones de euros, lo que supone un aumento del 13% respecto al ejercicio anterior.
Adolfo Utor, presidente de la compañía ha destacado que la clave de estos resultados son los bajos precios del combustible y la mejora de la actividad, ya que transportaron un 10% más de pasajeros que en 2015, hasta alcanzar los 3,5 millones de viajeros.