En el marco del PEUAT (Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos), el Ayuntamiento de Barcelona ha acordado aumentar el número de personas dedicadas a detectar pisos ilegales, tanto en el cuerpo de inspección, en el que trabajan 34 personas, como en el cuerpo de visualizadores, que aumentará en 20 personas y llegará a establecerse como una plantilla de 40. Se prevé que para 2018 se eleve el número de personas dedicadas a la inspección hasta 110.
Desde el verano pasado, fruto del Plan de Choque contra los alojamientos ilegales se han abierto 5.500 expedientes sancionadores, de los que se han corroborado 2.800 y se han cobrado 530.
Janet Sanz, teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad explicó que: ”No queremos eliminar el turismo de la ciudad, sino priorizar el derecho al barrio y a la vida. Mostrar tolerancia cero ante una práctica ilegal que impacta día a día”.
También ha señalado que: ”Todas estas actuaciones nos permiten visibilizar cómo este plan de choque ha dejado de ser puntual y ha pasado a ser una medida estable y estructural de la ciudad para darle la vuelta a la ciudad que afecta a los barrios”.
Según un estudio encargado por el Consistorio en 2016 en la Ciudad Condal en la actualidad constan 15.881 viviendas de uso turístico de las que 9.606 tienen licencia y 6.275 no.
El cuerpo de visualizadores (HUT) contará a partir de ahora con un local en la Estació del Nord, con 15 puestos para desarrollar las diferentes tareas que estarán supervisadas por un equipo de Barcelona Servicios Municipales (B:SM).