Barcelona se está posicionando entre las principales ciudades europeas de referencia para el turismo de compras, especialmente para el segmento de lujo. La fortaleza del dólar respecto al euro y el retorno del turismo internacional, con auge del acaudalado viajero estadounidense, está propiciando colas de clientes extranjeros en las tiendas de las marcas más exclusivas de la Ciudad Condal.

Según recoge El Periódico, fuentes del sector indican que la capital barcelonesa se ha posicionado como un destino de compras a escala internacional a la altura de prominentes ciudades como Milán (Italia), Londres (Reino Unido) o París (Francia). La apuesta de grandes marcas de referencia en el lujo como Chanel o Louis Vuitton por ubicarse en el céntrico paseo de Gràcia ha avivado la fiebre consumista.

Menores impuestos


“Hay ventajas fiscales como el Tax Free [devolución del IVA por los ciudadanos de fuera de la UE] que es un beneficio que no tenemos en casa, además, las marcas europeas son algo más baratas aquí”, explica en declaraciones recogidas por el citado medio la Corey, una turista estadounidense que se ha gastado unos 5.000 euros en una bolsa y varios zapatos de la tienda de Louis Vuitton de Barcelona.

“El verano pasado ya fue un muy buen verano en ventas, pero creemos que este habrá una mejora del alrededor del 10% en las zonas turísticas”, destaca Joaquim de Toca, secretario de la agrupación comercial Barcelona Oberta. Entre los motivos de este auge, el empresario destaca el efecto del turismo norteamericano, muy dado a las compras en vacaciones. “Compensan la bajada, que todavía se mantiene, del turismo asiático”, apunta De Toca.