La celebración de las Fallas de Valencia del 15 al 19 de marzo, las fiestas más importantes de esta ciudad, que congregan a cientos de miles de personas de todo el globo, tiene en vilo a las autoridades de la localidad por el miedo a la propagación del coronavirus. Desde el Ayuntamiento de Valencia, por ejemplo, resaltan que muchos turistas procedentes de Italia (el segundo país con más muertes por coronavirus) aterrizarán en la urbe sin ser sometidos a controles sanitarios en los aeropuertos.
Según ha informado El Confidencial Digital, desde la Generalitat Valenciana aseguran que el Ministerio de Sanidad es el que tiene la potestad para establecer las medidas de contención, como es la habilitación de controles sanitarios más estrictos en los aeródromos. Al mismo tiempo, recuerdan que el Ministerio de Interior y Transportes son los responsables de las instalaciones aeroportuarias, a través del operador AENA.
Por el momento, de acuerdo con las fuentes del gobierno regional, Sanidad solo ha aconsejado que se juegue a puerta cerrada el encuentro entre el Valencia Club de Fútbol y el equipo italiano Atalanta, que se disputará el próximo 10 de marzo en el Estadio de Mestalla. Eso no quita, sin embargo, que los aficionados del Atalanta se trasladen hasta la ciudad española.
No obstante, todas las miradas están puestas sobre las Fallas de Valencia, un evento que el año pasado reunió a más de 900.000 personas al día. De acuerdo con el diario citado, nueve de cada diez visitantes eran nacionales. En cuanto a los extranjeros, el 92% procedía de diez países, siendo el primer mercado emisor Italia, con unos 30.000 visitantes.
Mallorca pierde 4.000 turistas estudiantes
Lo cierto es que el coronavirus está teniendo especial impacto en el sector turístico. Tal es así que Mallorca no recibirá a los 4.000 estudiantes franceses que tenía previsto, entre los meses de marzo y junio, debido a la decisión del Ministerio de Educación de Francia de cancelar todo los viajes escolares al extranjero.
Según ha apuntado Última Hora, esta no sería la única consecuencia de la propagación de la enfermedad en las Islas Baleares, ya que las aerolíneas que conectan diferentes destinos europeos con el archipiélago registran caídas del 70% en las reservas. Esta situación ha llevado al Govern y al Consell de Mallorca a tomar distintas medidas, como es la puesta en marcha de acciones promocionales en los mercados donde más acusada ha sido la disminución de la demanda, con el objetivo de salvar el verano.