La plataforma Emeritense contra el Ruido, que reivindica el derecho constitucional al descanso que todo ciudadano tiene, ha denunciado que en diferentes zonas del centro de la ciudad de Mérida (Badajoz), como las calles cercanas al Teatro Romano, Rambla o Puerta de la Villa, existe una “aberrante cantidad de terrazas sin ningún control”.
Según ha informado Hoy, la plataforma considera que esta presencia desmesurada de terrazas supone la “invasión continua del espacio público”. En este sentido, aclara que en invierno el número de mesas desciende, pero que en determinadas horas del día y épocas, como verano, se dispara.
Asimismo, critican que esto sucede porque a los empresarios y dueños de las terrazas “no se les obliga a cumplir la ley”. En este punto, recuerda que la normativa obliga a los comercios a colocar en un lugar visible un cartel que informe sobre el número de sillas y mesas autorizadas; el aforo interno y externo; el horario de apertura y cierre; y el de recogida de la terraza en las horas que no se utilice.
“Vemos con pesar como se deja todo el material amarrado en cadenas en plena vía pública, algo prohibido por las ordenanzas municipales. Da una imagen de una ciudad como Mérida, Patrimonio de la Humanidad, de chiringuito de playa”, recrimina la asociación. Esto, defienden, también incumple las leyes de accesibilidad universal, que impiden el tránsito normal de las personas con discapacidad.
También se ha referido a la directiva europea contra el ruido, que fija el máximo de decibelios en 55, en la calle, a partir de las 23.00 horas. “Esto se incumple sistemáticamente en la ciudad. Debido al incumplimiento de todas estas normas, el ruido de las terrazas se prolonga hasta altas horas de la madrugada sin importar quién vive arriba de los balcones ni qué efecto causa en su salud”, apuntalan.
Emeritense contra el Ruido concluye poniendo de relieve la gravedad del asunto, debido a que conocen muchas familias residentes en las zonas afectadas que han tenido que abandonar sus hogares.