La compañía Baraka, que compró el Edificio España al grupo chino Wanda por 272 millones de euros, ha desvelado que la infraestructura recuperará la esencia de los años cincuenta en 2019 cuando culminen las obras de rehabilitación.
Trinitario Casanova, propietario de la compañía, ha declarado que tiene la ilusión “de que sea lo más parecido a darle al reloj hacia atrás 60 años, manteniendo al máximo posible lo que queda en pie, porque el 80 por ciento ya está destruido”.
El edificio albergará el hotel Plaza Madrid, de 4 estrellas, que estará gestionado por el grupo Riu. El alojamiento tendrá 700 habitaciones y ocupará todas las plantas a partir de la cuarta. La piscina de la azotea se conservará, aunque reducirá sus dimensiones para albergar un 'skybar. Además, en la planta 16 se instalará otra piscina de mayores dimensiones.
Los accesos actuales del rascacielos se mantendrán para la entrada principal del alojamiento, que mantendrá su estética original aunque ampliará el vestíbulo y “además, se abrirán accesos privados para que si en un momento determinado hay una convención o una boda, los invitados al evento no tengan mezclarse con los inquilinos del hotel, sino que accedan directamente a la sala correspondiente”.
En los pisos inferiores se desarrollará la zona comercial que tendrá una dimensión de 15.000 metros cuadrados repartidos en un sótano, la planta baja y el primer y segundo piso. Según ha indicado Casanova, Galeries Lafayette, Printemps y El Corte Inglés ya han pujado para arrendar el espacio y espera que “el día de la apertura esté todo ocupado, ya que las negociaciones que están avanzadas”. A esta zona comercal se accederá por la intersección de Plaza España con Gran Vía y por la confluencia con Princesa.
En abril comenzará la primera fase de la obra para consolidar las estructuras y rehabilitar la fachada.