La oferta de los beach club “distorsiona el mercado en Ibiza”. Así lo ha manifestado el presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone), Jesús Sánchez, quien también ha reclamado al Consell de Ibiza que regule la actividad de este tipo de negocios.
Según ha informado Diario de Ibiza, el objetivo de la asociación es reunirse con el presidente del Consell, Vicent Marí, para hacerle entrega de un dictamen jurídico donde consta que la institución está “específicamente habilitada para regular, prohibir o condicionar la actividad de los clubes de playa”, así como para “crear reglamentariamente nuevos tipos de establecimientos de actividades de entretenimiento”.
Abone, que representa a las discotecas y salas de fiesta de la isla blanca, insiste en que el Consell debería “regular una categoría específica denominada beach club o similar que recogiera la realidad concreta de estos establecimientos, pues los clubes de playa no permiten la amenización por medios electrónicos o mecánicos”.
Marta Vidal, jurista y autora del citado dictamen jurídico, respalda esta postura en la ley turística de Baleares (8/2012), donde los clubes de playa figuran en la clasificación de actividades de entretenimiento, recreativas y deportivas y se diferencian de las salas de fiesta, baile y discotecas precisamente en que "no pueden ser amenizados mediante medios mecánicos o electrónicos".
La ley balear turística define los beach club como "establecimientos que, situados en las inmediaciones del mar, ofrecen servicios de animación, restauración, venta de productos y alquiler de tumbonas, así como otros servicios náuticos". No obstante, Vidal recrimina que estos "se acercan más a una discoteca o sala de fiestas al aire libre" que a la citada definición.
Por ello, considera que esta oferta de ocio "no encaja en la categoría regulada en el decreto 20/2015 (el de principios generales y coordinación en materia turística y de clasificación de las empresas y de los establecimientos turísticos) para los clubes de playa", algo que "evidencia la necesidad de que se regule por vía reglamentaria". Estos establecimientos, que tienen como actividad principal el suministro de comida y bebidas, tampoco encajan, para la jurista, en el "concepto de restaurante ni de bar-cafetería ni de bares de copas ni de catering".
Desde Abone también exigen que la regulación sea de "carácter insular por su evidente interés supramunicipal, en relación a las limitaciones sonométricas y de horarios a los que deberán sujetarse estas empresas turísticas, en cumplimiento de lo establecido en el decreto 20/2015".
A las reclamaciones de la asociación que representa a las discotecas y salas de fiesta de Ibiza, se han unido los sectores del comercio y la restauración del municipio costero de Sant Antoni.