Cada vez son más las gestiones a llevar a cabo para que sea otorgada una licencia de vehículo de alquiler con conductor (VTC). Y es que van surgiendo nuevas normativas y limitaciones que hacen que la burocracia se esté convirtiendo en el mayor freno al desarrollo y crecimiento de este negocio. Así, el Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado el proceso para que las licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC), usados por Uber y Cabify, requieran una autorización para circular por el territorio de la capital catalana, complementaria a la licencia que ya se les exige.
Se prevé que el reglamento se apruebe definitivamente en los próximos meses de febrero y marzo, y se elaborará en coordinación con el sector del taxi.
La normativa de Barcelona establecerá que, además de cumplir con el reglamento general del Ministerio de Fomento para disponer de una licencia VTC, los propietarios de estos vehículos tedrán que solicitar otra autorización para poder circular en los 36 municipios de la provincia en los que tiene competencia la AMB (Área Metropolitana de Barcelona).
El otorgamiento de dicha licencia adicional dependerá de si el servicio en la zona ya está cubierto y de la proporción existente entre taxis y VTC, que según la ley estatal debe ser de 30:1.