Motivos como la soledad, el alcoholismo y el Brexit podrían ser los detonantes principales por los cuales los británicos ya no viven su famoso “retiro dorado” en las costas del mediterráneo. Concretamente, en una de las áreas que tradicionalmente ocupaban, como es la Costa Blanca.
Los datos así lo demuestran, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en municipios de Alicante como San Miguel de las Salinas, donde los ingleses superaban a los nativos, se han ido el 43% en ocho años. Y cifras similares nos dejan otros pueblos costeros como Benitatxell, Benissa, Teulada o San Fulgencio.
Sin embargo, según la presidenta del Círculo de Empresarios de Marina Alta, Sonja Dietz, en la provincia de Alicante los negocios no se han visto afectados por el cambio de tendencia, de hecho “los precios están subiendo” aunque lo que sí se ha notado es que “se acabó la vivienda barata en la zona”.
No obstante, es imposible obviar la incertidumbre política y económica que ha dejado el Brexit. El temor a perder la pensión si residen fuera de la UE o la cobertura sanitaria preocupa a los mayores anglosajones y podría traducirse en importantes pérdidas económicas para el resto de países y áreas turísticas de la Unión. De hecho, según datos del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA), “el Brexit amenaza el 7% del PIB de la provincia, algo más de 2.300 millones de euros”.