El Caminito del Rey se ha convertido en uno de los revulsivos del turismo de interior más potentes de Málaga, desde su reapertura en marzo de 2015. Ahora, un equipo de la Diputación Provincial de Málaga, entidad que sufragó su renovación, está trabajando para convertirlo en Patrimonio Mundial de la Unesco.

Según ha informado El País, este sendero fue construido a principios del siglo XX pero estuvo abandonado durante décadas hasta su reapertura en 2015. El enclave está conformado por pasarelas, que en algunas zonas superan los 100 metros de altura, apoyadas en paredes calizas verticales.

La apertura del lugar revolucionó el turismo de interior en la provincia andaluza y es que, 300.000 personas visitan cada año el sendero que se extiende por los municipios de Ardales, Antequera y Álora. Ahora, con la candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco se busca convertir a la comarca en un gran producto cultural para el turismo.

La candidatura fue presentada el miércoles 8 de mayo y consta de dos bloques. El primero hace referencia al Caminito del Rey y a la industria hidroeléctrica y de comunicaciones asociadas, por lo que incluye las pasarelas, las presas Conde del Guadalhorce y Gaitanejo y la estación de ferrocarriles de la aldea de El Chorro (Álora). También, la flora, fauna y características geográficas del Paraje Natural del Desfiladero.

El segundo bloque contempla los puntos de interés históricos del entorno. Estos son: la necrópolis del Cerro de las Aguilillas, construida hace 4.200 años; la iglesia rupestre mozárabe de Bobastro del siglo IX; y la Cueva de Ardales, con más de 65.000 años de historia, que alberga muestras de arte antiguas realizadas por el ser humano.

El proyecto será presentado a la Junta de Andalucía para su aprobación y para que tramite su inclusión en la Lista Indicativa del Gobierno de España. A posteriori, se seguirán los pasos marcados por la Unesco.