El último gran incendio de los tres que han arrasado la isla de Gran Canaria en los últimos días ha sido estabilizado. El fuego se declaró el sábado 17 de agosto y puso en peligro al Parador de Tejeda, que ya fue pasto de las llamas en 2017; al pueblo homónimo considerado uno de los más bonitos del país; al Parque Natural de Tamadaba; y al yacimiento arqueológico de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, incluido el pasado mes de julio en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.
Tras la dura lucha de las brigadas de extinción contra incendios y el resto de entidades movilizadas, ya se ha podido hacer un balance del impacto de los fuegos. Según informa La Provincia, Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, se ha personado en la zona y ha podido comprobar que las llamas llegaron “hasta prácticamente la puerta de Risco Caído y otras emblemáticas cuevas" que conforman el conjunto. Sin embargo, ha lanzado un mensaje de calma: no les afectó.
En este primer recorrido visitaron tanto el Risco Caído como Cueva de la Paja, Acusa, El Hondillo, Altos de Agaete, Bentayga o Risco Chapín. “Si bien el incendio afectó a estas zonas, los elementos principales que incluye el expediente de Patrimonio Mundial no han experimentado contacto directo con el fuego, aunque sí en su entorno", concluyó Perera.
Tras la inspección, realizada junto al alcalde del municipio de Arternara, Jesús Díaz, y el arqueólogo descubridor del yacimiento prehispánico, Julio Cuenca, Perera mostró su satisfacción con que tampoco se ha visto afectada "la infraestructura técnica que se instaló para la vigilancia y conservación, que sigue funcionando correctamente".
No obstante, incide en que es necesaria una prospección “para conocer la afección parcial y total de los bienes patrimoniales conocidos” y para “inventariar, por primera vez, bienes muebles e inmuebles hasta ahora desconocidos pertenecientes fundamentalmente al patrimonio arqueológico y etnográfico".