Las asociaciones de Turismo Rural de Canarias piden al gobierno una regulación que favorezca a sus productos en detrimento del alquiler vacacional.
Carlos Fernández, presidente de la Asociación de Turismo Rural de La Palma y secretario de la asociación regional señala que “nos preocupa muchísimo el tema de la vivienda vacacional. De 30.000 inmuebles de esta modalidad que hay en Canarias, el 35% es oferta turística, desconocemos que porcentaje corresponde al medio rural, pero seguramente es más importante que el que ofrecemos nosotros”.
Además, explica que se debe realizar una diferenciación de los productos porque el segmento rural, especialmente en Canarias “ofrece un alojamiento basado en la rehabilitación del patrimonio, solo viviendas anteriores a 1950 e incluidos en los catálogos específicos y en el respeto e integración paisajísticos". Sin embargo, la vivienda vacacional en muchas ocasiones, “corresponde a obra nueva y además a un precio menor, 90 euros de media frente a los 112 de nuestros alojamientos”, apunta.
Por otra parte, Vicente Díaz, vocal de Acantur (Asociacion Canaria de alojamientos de Turismo Rural) y presidente de la plataforma en Gran Canaria añade que aunque este año se están alcanzando buenas cifras de extranjeros, “seguimos perdiendo los nacionales y locales” porque estos no valoran tanto las particularidades que ofrecen un hotel o casa rural.
Asimismo, si bien hasta ahora la legislación para desarrollar un negocio rural era muy exigente, la inversión estaba financiada. Sin embargo, el nuevo mercado “ha hecho que se deje de lado, se olvide el apoyo a nuestros establecimientos”.
Una vivienda vacacional, según explica Díaz, “solo con la cédula de habitabilidad ya puedes ponerla como vivienda vacacional”.
Estos temas se debatirán durante las jornadas que se celebrarán en la isla de La Palma del 20 al 22 de julio para conmemorar los 25 años del Turismo Rural en Canarias.