La Gran Vía de Madrid tendrá un nuevo hotel. Tras confirmarse los últimos meses varios proyectos alojativos en la icónica calle, esta dispondrá de un nuevo establecimiento en el número 60, justo enfrente del Teatro Lope de Vega. Las obras podrían alargarse cerca de tres años, debido a que será necesario transformar la tipología y estructura del edificio, un histórico enclave —actualmente abandonado— donde aún se mantiene la histórica estatua "El Romano".
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado inicialmente el plan especial, promovido por Gran Vía 60 SL, que prevé cambiar su uso residencial por uno hotelero. A pesar de la reforma radical, la empresa se comprometerá a promover la restauración y la recuperación de los elementos arquitectónicos.
Según afirma el medio Invertia, la parcela del inmueble tiene una superficie cercana a los 500 m² y contaría con un aforo hotelero de 472 personas. La inversión para la reforma rondaría los 6 millones de euros, una cifra sostenible si se tiene en cuenta que la demanda potencial de la zona hace prever una facturación anual en torno a los 3,4 millones de euros.
Edificio histórico
El edificio de Gran Vía 60 fue construido en 1930 como edificio de oficinas y viviendas y se encuentra dentro de la Zona de Protección Arqueológica (ZPA) del Recinto Histórico. El edificio mezcló así un uso residencial y de oficinas —fue sede de la Casa Social del Banco Hispano de Edificación— hasta 2017, cuando su parte residencial cayó en estado de abandono —aún se encuentran activos varios comercios locales en la planta baja—.
La creación de la estructura fue diseñada por Emilio Ortiz de Villajos, pero, tras la Guerra Civil, en 1944, el arquitecto Casto Fernández-Shaw realiza el rediseño de la fachada, incluyendo el imponente arco central que la caracteriza. Sin embargo, el elemento más destacado sigue intacto desde el levantamiento del inmueble, siendo este la estatua del ‘Romano’. De 7,6 metros de altura y ubicado en la azotea, representa una figura masculina imponente, vestida con una capa y que sostiene sobre su cabeza una pequeña casa.