España recibió durante el mes de julio a 9,98 millones de turistas extranjeros, lo que supone un descenso del 4,9%, con respecto al año pasado. Esta es la mayor caída que se produce, desde hace nueve años, debido, principalmente, a la recuperación de destinos competidores como Túnez o Turquía.
De hecho, según ha informado Tourexpi, el número de visitantes en España solo ha aumentado un 0,3% en los siete primeros meses del año, con respecto al mismo período de 2017. Lo cierto, es que la bajada se produce tras dos años de crecimiento porcentual de dos dígitos.
La causa principal de esta caída, radica en la recuperación de destinos competidores como Túnez, Egipto y Turquía, que ponen a la disposición del turista, especialmente de aquellos procedentes de Alemania y Gran Bretaña, ofertas más baratas. Tal es así, que los paquetes de viajes a estos países son un 73% más baratos, que los que tienen como destino Ibiza, Mallorca o Menorca. En este sentido, Túnez recibió un 40% más de turistas en el primer semestre del año, con respecto a 2017, al igual que Egipto. Turquía, por su parte, experimentó un aumento del 30%.
Cabe destacar, que el sector turísto aportó 172.900 millones de euros a la economía española en 2017, lo que supone un 14,9% del Producto Interior Bruto (PIB), así como generó 2,8 millones de empleos, un 15,1% del total. El año pasado, además, visitaron España 82 millones de turistas, lo que lo convirtió en el segundo país más popular después de Francia.