El sector turístico de la Costa Blanca (Alicante) comienza a mostrar cierto nerviosismo con la temporada de invierno 2022/2023. Las reservas de último momento están complicando la planificación de hoteles y establecimientos de la región, y es que además de la caída de a nivel nacional, hay que sumar el pinchazo de los viajeros internacionales, una tendencia que comenzó a gestarse poco antes del comienzo de la pandemia.
A pesar de esto, la patronal hotelera de la Comunidad Valenciana HOSBEC considera que la temporada baja "será buena" pero "muy lejos de los niveles de 2019", año récord en el turismo español. Y es que, según informa el medio El Español, un mercado clave para la autonomía como Reino Unido ha reducido un 10 % el número de asientos para este invierno en el aeropuerto de Alicante.
En esta situación, Canarias también estaría jugando un importante papel, siendo un competir directo que está obteniendo muy buenas proyecciones para este invierno, con incrementos de plazas aéreas y reservas, especialmente de emisores de turistas internacionales.
Por otra parte, Miguel Ángel Sotillos, presidente de la federación española de viviendas y apartamentos turísticos de la Comunidad Valenciana (FEVITUR), concluyó que también su sector va "más o menos normal a otros años, quizás algo más flojo", debido a la "amplia oferta y un límite mínimo de precio más alto que antes, por los costes energéticos".