El peor año del turismo ha dejado un tejido empresarial debilitado y endeudado. Aún a esperas de que algunas empresas, como las hoteleras, cierren el ejercicio 2020 en el mes de marzo, ya se saben algunos datos desesperanzadores. Según reportó Exceltur, la caída de la facturación de las compañías ha sido del 70% o, tal y como ha adelantado Gabriel Escarrer, CEO de Meliá Hotels International, la cadena ha perdido 600 millones de euros durante el pasado año. Y estos son solo algunos ejemplos.
En un extenso reportaje, El País hace un repaso de cómo las empresas turísticas han ido sobreviviendo, a pesar de los datos anteriores, gracias a algunos salvavidas a los que han podido sujetarse. Un año previo de récord —en la llegada de turistas, en la facturación, etc.— ha ayudado a las compañías a seguir a flote. Gracias a ese buen 2019, las cuentas han llegado a esta crisis “más saneadas, con menor nivel de apalancamiento” que en coyunturas anteriores, resalta Escarrer. Otras figuras que han servido como flotadores a las empresas han sido los ERTE o los préstamos ICO.
Ayudas estatales
Sin embargo, algunas compañías necesitan ir más allá y apoyarse en ayudas más potentes —como son los fondos de la SEPI— para garantizar su solvencia. Por ahora, los han solicitado desde empresas de transporte —Air Europa, a la que se le han concedido 475 millones, o Naviera Armas— hasta grupos turísticos y grandes hoteleras —Wamos u Hotelatelier—. Además, 8 de las 15 compañías que han recurrido al fondo solicitan más de 1.000 millones de euros.
Quiebras e insolvencias
Otras compañías simplemente no han aguantado y se han declarado insolventes, presentando concurso de acreedores, como son la crucerista Pullmantur o los touroperadores Politours o Trapsatur.
Refinanciación de deuda
Por otro lado, las consultoras han visto aumentadas, desde noviembre, las peticiones de nuevas carencias y plazos para los ICO o de refinanciación de la deuda, ante la falta de ayudas directas.
Ventas de activos
Otros medios a los que están recurriendo las empresas turísticas para la obtención de liquidez es la venta de inmuebles. Hotusa, RIU, NH son solo algunas de las que han lanzado sus bienes al mercado en busca de compradores. Por el otro lado, muchos inversores internacionales tienen las miradas puestas en el panorama español. Goldman Sachs, Blackstone, Pygmalion, Apollo o Cerberus son de los más conocidos, aunque también están llegando fondos nuevos en el negocio hotelero, como Alchemy o Big Asset.
Las hoteleras han rebajado sus inmuebles sobre los precios previos a la pandemia en un 8 o 12%, pero los fondos de inversión —e incluso vastas cadenas como Meliá o Barceló, según el diario anteriormente mencionado— esperan descuentos aún más severos (-20%), por lo que los grandes movimientos no se esperan hasta después del verano y se confía en que el movimiento del mercado suponga el doble que el año anterior, cuando movió 955 millones de euros.
Sin embargo, por ahora, a las empresas les toca seguir resistiendo, tarea que se tercia complicada porque, tal y como indica Escarrer, “es difícil aguantar prácticamente sin ingresos y sin ayudas durante 18 meses”. Las esperanzas de las compañías y del sector siguen puestas en los apoyos que pueda dar el Gobierno.