Una nueva delimitación por parte de la Dirección General de Costas de la zona de dominio público marítimo-terrestre (DPMT) podría poner fin a una de las atracciones turísticas más características de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria).
Según explica El Diario una revisión del espacio que abarca la zona de DPMT —que abarca las playas, el mar, la plataforma continental, etc. y se delimita con base en aspectos como los flujos de las mareas o el alcance de las olas en temporales— podría obligar a cerrar a la empresa Camello Safari Dunas, que organiza desde 1977 paseos para turistas a lomos de estos animales (previo pago de 10 y 15 euros).
Y es que tanto las oficinas como el área de descanso para los dromedarios se verían afectadas por los cambios de uso que obligarían al propietario, Francisco Jiménez, a contar con una concesión de la que carece. Por tanto, se verá obligado a derruir el edificio —“pese a que la infraestructura se encuentra a un kilómetro de la playa”—, cerrar la empresa y, según revela, sacrificar a unos 150 animales. El empresario subraya que el coste del derribo que le exige costas se elevará a los 300.000 euros que también tendrá que afrontar las indemnizaciones a la veintena de trabajadores que conforman su plantilla.
Jiménez explica que desde Costas también han esgrimido que se toma esta medida por razones ambientales, pero él argumenta que los dromedarios llevan en la zona desde 1961, en pleno arranque del desarrollo turístico y que “están muy vinculados a la historia de Canarias”.