Desde que el flujo de turistas recuperara la normalidad tras el paso de la pandemia del covid-19, los robos y asaltos a turistas no han dejado de multiplicarse en Playa del Inglés, una de las zonas más concurridas del destino turístico Maspalomas Costa Canaria, en el sur de la isla de Gran Canaria. Los empresarios hoteleros y extrahoteleros denuncian de forma reiterada que los incidentes no dejan de sucederse en los complejos turísticos de la zona, una situación que está empezando a ahuyentar a más de un visitante. 

Según ha reconocido a Canarias7 Carlos Trujillo, uno de los propietarios de los apartamentos Dorotea y Don Diego de Playa del Inglés, ya han tenido casos de turistas que les han comunicado que “no piensan volver”. Por ello, los empresarios reclaman mayor presencia policial para poner freno a los malhechores. 
 

 Los empresarios reclaman mayor presencia policial para poner freno a los malhechores


"Esqueletos turísticos abandonados"


Otro de los aspectos que critican por la mala imagen y la inseguridad que atraen a la zona son los centros comerciales decadentes o estado de ruina, como es el caso del Metro, que data de la década de los 60 y sobre el que pesa una orden de demolición desde el año pasado. Otros menos perjudicados estructuralmente, pero igual de obsoletos son el Plaza y el Kasbah, en pleno centro neurálgico de Playa del Inglés, catalogados por Trujillo como “esqueletos turísticos abandonados” donde se refugian los delincuentes.

Las quejas de los propietarios de la zona son compartidas por la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT). Tom Smulders, presidente de la Comisión de Turismo y Seguridad de la FEHT, que reclama un refuerzo de efectivos de las fuerzas del orden.  “Hay muchos más turistas y eso hace que los ladrones vengan al sur como las abejas a la miel”, se ha lamentado Smulders.