Hecha la ley, hecha la trampa: Pisos turísticos en locales comerciales
Algunos vecinos del barrio de La Latina, en Madrid, han recibido mensajes de whatsapp donde se les ofrece transformar su local comercial en piso turístico. La oferta se produce en uno de los lugares más afectados por la turistificación de la ciudad, donde una de cada cuatro viviendas se alquila por medio de Airbnb o plataformas similares.
Según ha informado El Confidencial, los vecinos están indignados, ya que consideran que este tipo de ofertas atraerá más población flotante, generando menos servicios en el barrio y encareciendo el precio de los alquileres. “Si permiten que se abran 'Airbnb' en bajos comerciales, esto dejará de parecer una ciudad; en muchas calles del barrio ya no hay vida de lunes a jueves", manifestó al respecto Saturnino Vera, miembro de la asociación de vecinos de La Latina.
De hecho, los locales comerciales activos en Madrid han pasado de 60.500 a 53.000 en los últimos diez años, en una tendencia que sigue a la baja. Los responsables de estos whatsapps son Lola Díaz y su marido, que poseen una inmobiliaria que se dedica a esta actividad. Díaz no entiende las quejas, ya que asegura que el anuncio es legal y se "ciñe a las ordenanzas que va a aprobar la ciudad con respecto a los apartamentos turísticos".
La medida propuesta por el consistorio madrileño, de limitar los pisos turísticos a aquellos que cuenten con entrada independiente, dio la idea a este matrimonio de convertir los locales en pisos de alquiler vacacional, aunque para ello tiene que cumplir con una serie de parámetros: que la fachada tenga al menos tres metros de longitud, que el techo esté a 2,5 metros de altura o que la vivienda cuente al menos con 25 metros cuadrados habitables, por lo que la conversión no siempre es viable. El coste de la reforma, por su parte, está en torno a los 3.000 euros.
Por el contrario, otras voces se muestran a favor de esta transformación, ya que existen muchos locales comerciales vacíos (cerca de 14.000 en Madrid y de 10.000 en Barcelona) que no consiguen alquilarse. Sus propietarios, por tanto, se verían beneficiados por medio de la conversión a pisos turísticos.
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