El coronavirus y las restricciones de movilidad han afectado notablemente a la industria hotelera, pero tras un año de pandemia el sector comienza a extraer conclusiones. Una de ellas es que esta crisis ha tenido un impacto mayor en las grandes ciudades o aquellas que dependen en gran medida de la llegada de turistas extranjeros, como es el caso de las principales ciudades turísticas de la Comunidad Valenciana.
En este sentido, indica la patronal Exceltur, mientras que la facturación ha caído alrededor de un 77% en toda España durante el 2020, en ciudades como Benidorm (Alicante) —considerada capital turística de la Comunidad Valenciana con más de 40.000 camas y 140 establecimientos— los hoteles han perdido el 83,2% de los ingresos.
En el caso de la ciudad de Valencia, la facturación cayó un 73,4% entre enero y diciembre y en la ciudad de Alicante, un 70,4%. Los hoteles de ambas ciudades registraron una ocupación anual media del 20 y el 18%, respectivamente, según los datos que recoge el diario Levante.
El estudio de Exceltur precisa que la caída en la facturación a nivel nacional ha sido de un 77,2%. Pero si no se tienen en cuenta los dos primeros meses de 2020, cuando la pandemia aún no había estallado a nivel mundial, este descenso de ingresos se acentúa hasta el 85%. Por todo ello, la patronal solicita al Estado ayudas a fondo perdido ante “la insuficiencia de los ERTE y los créditos ICO”.