Tras los ‘atentados’ de agrupaciones ambientalistas en el beach club Blue Marlin Ibiza o en la entrada de la discoteca Pachá, los activistas han llevado a cabo más acciones y estas están comenzando a tener sus consecuencias para el turismo de las islas. Algunos propietarios de embarcaciones de lujo, como yates o megayates, están cancelando o posponiendo sus reservas de amarre en puertos ibicencos, con las consecuencias económicas que esto puede acarrear.

Y es que los patrones tienen miedo de que algo pudiera ocurrirle a su barco después de lo ocurrido el pasado domingo, cuando un grupo de ambientalistas cometió un acto vandálico contra una embarcación denominada Kaos, que, según el Periódico de Ibiza, pertenece a la heredera de la fortuna Walmart, Nancy Watson.