El Consell de Ibiza quiere poner en práctica una prueba piloto para acabar con las fiestas ilegales y para ello recurre a la ayuda de los turistas internacionales.

Desde la entidad insular están buscando a visitantes extranjeros de entre 30 y 40 años para que se infiltren en dichos eventos para que alerten a la Policía y así poder actuar de forma más efectivas contra los infractores, informa Última Hora.

Al permanecer cerradas las discotecas, han aparecido organizadores que hacen uso de fincas rústicas para celebrar juergas. Se trata de celebraciones itinerantes por lo que a las fuerzas de seguridad se les hace más difícil atajarlas. Además, los agentes no pueden acceder a las mismas al tratarse de viviendas particulares, por lo que los turistas harían las veces de rastreadores.



 

La prueba se realizará durante el mes de agosto y, en caso de resultar positiva, podría mantenerse hasta el próximo año.

Mariano Juan, vicepresidente del Consell, recalca que se trata de una actividad económica ilegal que supone competencia desleal para los empresarios hosteleros, puesto que se cobra por la entrada y por las bebidas consumidas, también por el desplazamiento a las fincas. Asimismo, añade que también suponen toda una amenaza para la expansión del Covid-19, ya que no se respetan las medidas sanitarias y carecen de suficiente personal de seguridad.