La falta de nieve ha provocado que las estaciones de esquí españolas no hayan funcionado a pleno rendimiento estas navidades, de hecho, sólo la mitad de las instalaciones han estado abiertas.
Tal y como especifica el diario Expansión, sólo Sierra Nevada (Granada) y Baqueira Beret (Lleida) han podido hacer frente a la escasas precipitaciones ofreciendo un gran número de pistas y de superficie esquiable. Ambas localizaciones aprovecharon las bajas temperaturas para producir su propia nieve y ofrecer así más kilómetros para la práctica deportiva.
De hecho, Sierra Nevada ha cerrado lo que considera “una de las mejores navidades de su historia” con 154.300 esquiadores y otros 36.400 clientes que participaron en actividades complementarias, hasta un total de 190.000 visitantes entre el 23 de diciembre y el 6 de enero. A su vez, la ocupación hotelera media ha sido del 70%, llegando al 90% los días cercanos a Nochevieja.
A su vez, Baqueira Beret ha mantenido una media de 88 km esquiables del total de 160 con los que cuenta. Durante el período vacacional navideño ha recibido a 155.000 visitantes, siendo el día de mayor actividad el 29 de diciembre, con 16.000 esquiadores.
En el Pirineo Catalán también abrieron sus puertas Masella (Girona), con 50 de sus 74 kilómetros disponibles; y Boí Taüll (Lleida), con 30 de 45 km.
Asimismo, el Pirineo Aragonés ha abierto 4 de sus 6 estaciones: Formigal-Panticosa, Cerler, Valdelinares y Astún. No obstante, la superficie esquiable y las pistas abiertas eran escasas. El caso más destacado es el de Formigal-Panticosa con sólo 10 kilómetros de los 180 con los que cuenta.
Peor suerte han corrido los centros de esquí de la Cordillera Cantábrica y el sistema Central, que han permanecido cerrados.