La isla de La Graciosa, que forma parte de Canarias, pasa durante estos meses de verano a triplicar su población cada día, una situación que somete a sus servicios a un gran estrés.
A los 746 habitantes censados en este destino, se suman todos los días cerca de 1.500 turistas que llegan en barcos, bloqueando, según los vecinos, saturando el funcionamiento de la isla. Según un graciosero entrevistado por La Sexta “no hay servicios para tantos”. Los 15 taxis que hay no son suficientes y no hay habitaciones libres en todo el lugar durante los meses de verano. De hecho, muchos clientes ya están reservando para el mes de agosto de 2017.
Y es que este islote de 29 kilómetros, que no tiene carreteras de asfalto, se ha convertido en un destino de moda este verano atrayendo a más visitantes que nunca.
De hecho, la actividad turística supone el 95% del motor económico y los vecinos son conscientes de ello, por ello defienden la buena convivencia entre visitantes y locales, aunque exigen que respeto por parte de los foráneos y medidas que ayuden a preservar esta reserva natural.